Me siento en los cafés casi vacíos. Veo los zapatos de las personas que pasan. Personas que no conozco crean un momento irrelevante.

Por la ciudad, se encuentran algunas palmeras. En una esquina alguien escribió: las máquinas son menos flexibles.

Paso algunos días sin ver a nadie. Algunos retratos en la pared observan complacientes. La luz cambia todo y se entretiene en su camino. Me desconecto.

Las plantas cambian de color. Las dos partes de un cactus se abren y aparecen dos nuevas partes. Un proceso lento que acompaña episodios domésticos.

Después de hablar sobre cosas importantes, creamos un plan basado en parecidas formas de pensamiento. Nos gusta cuando llueve y apreciamos los pequeños incidentes como debe ser. Las cosas que plantamos tardan en crecer, pero podemos esperar.

Julieta do Vale, 2010